Los métodos de compresión con pérdidas descartan información que se considera irrelevante a la percepción humana; es decir, en el caso de imágenes, se explotan las limitaciones del ojo humano y, entonces, es posible llegar a lograr una reducción del 80-90% en el tamaño del archivo.
En cambio, los métodos de compresión sin pérdidas, reducen el tamaño de los datos mediante procesos totalmente reversibles, que sólo eliminarán los datos redundantes. Por lo tanto, el contenido de las imágenes comprimidas mediante métodos sin pérdidas serán idénticas, en el contenido de información, a sus homólogas sin comprimir.
Los tipos de redundancia que se pueden dar en un archivo de imagen son:
1. Redundancia de código:
Este tipo de redundancia existe cuando el método de codificación tiene más precisión que la que realmente es necesaria para una imagen en particular. Se puede minimizar usando una profundidad de bit menor y mediante el empleo de tablas de búsqueda.
2. Redundancia espacial:
Se da cuando hay grandes regiones con valores de píxeles idénticos, o por lo menos muy similares. Por ejemplo, el fondo negro de una imagen de rayos-X. Esta redundancia se puede reducir mediante un método que codifique una descripción de esas regiones homogéneas.
3. Redundancia psico-visual:
Esta es la información que no puede ser percibida; por ejemplo, los seres humanos no responden bien a los pequeños cambios en la intensidad y el color. Esta redundancia puede ser eliminada homogeneizando las pequeñas variaciones de intensidad y color.
Un formato de archivo de mapa de bits almacena una imagen m x n como una matriz rectangular de m x n intensidades de píxeles. Este formato es, en general, una manera muy costosa de almacenar una imagen. En primer lugar, la mayoría de las imágenes tienen extensiones considerables, con valores de intensidades idénticas o casi idénticas (Redundancia espacial). En una imagen médica, por ejemplo, la mayoría de los fondos suelen ser negros, conteniendo únicamente ruido. La segunda limitación radica en el hecho que a menudo hay muchos menos valores de intensidad de píxeles presentes en la imagen que los que realmente se pueden codificar con la profundidad de bits nominal (Redundancia de código).
Por otra parte, si se asume la pérdida de algo de información que se considera irrelevante, una alternativa es ajustar valores de píxeles muy similares a un valor idéntico y, por lo tanto, reducir el número total de diferentes intensidades que habría que codificar. Cuando la imagen contiene menos valores discretos de intensidad que la profundidad de bits nominal puede codificar, entonces se puede ahorrar espacio codificando las intensidades en una tabla de búsqueda.
El análisis estadístico de los datos de imagen puede dar lugar a nuevas mejoras en la compresión. Si las intensidades de los píxeles no representan información significativa de la imagen, entonces se pueden omitir de la tabla de búsqueda cambiándolos por el valor cercano más comun. Del mismo modo, se puede decidir que los píxeles individuales o pequeños grupos de píxeles, que no se ajustan a algún patrón observado en su vecindad y, que no aportan información; se pueden sustituir por sus valores originales en la codificación almacenada. Todo esto hace que se ahorre más espacio de almacenamiento, pero se pierde más información de la imagen original.
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